El modelo urbano de Villa Carlos Paz, entre la improvisación y la expansión sin control
En la sesión del jueves 9 de octubre, el intendente volvió a dejar en claro que ni él ni sus concejales están en condiciones de gobernar Villa Carlos Paz. Lo que presenciamos fue la aprobación de un nuevo parche al Código de Edificación, una muestra más de la improvisación que caracteriza al actual modelo urbano de Villa Carlos Paz.
Desde agosto de 2023, Avilés ha intentado manipular el debate urbano bajo criterios políticos y no técnicos. Cuando asumió, prohibió la construcción de más de seis unidades habitacionales en toda la ciudad. Dicha medida, presentada como una acción de ordenamiento, fue en realidad una respuesta improvisada a años de ausencia de planificación y falta de inversión en infraestructura. La escasez de agua, el deterioro de los servicios y la expansión descontrolada ya eran señales claras de un modelo urbano agotado.
Sin embargo, es importante aclarar que esta crítica no implica promover una construcción sin límites ni defender la edificación en altura. Por el contrario, el concejal Daniel Ribetti sostiene que el código actual, que limita las torres, debe mantenerse. Lo que se cuestiona es la falta de una planificación integral del modelo urbano de Villa Carlos Paz, la idea del intendente de expandir la mancha urbana hacia sectores sin servicios y la permisividad frente a las usurpaciones de tierras municipales con fines políticos clientelares.
Durante más de dos años, las restricciones a la construcción paralizaron la economía local. Hoy, tras levantar parcialmente esa medida, el municipio vuelve a exhibir su improvisación: la ordenanza elimina la restricción en toda la ciudad excepto en el centro, donde la falta de suelo disponible la vuelve irrelevante. Dos años de prohibición no trajeron soluciones estructurales, solo parálisis y desconfianza en el sector productivo.
La expansión urbana hacia zonas sin servicios es, según Ribetti, una muestra clara de un Estado sin planificación. Esas áreas no cuentan con gas ni cloacas, y probablemente nunca lo tengan. Aun así, el municipio las impulsa con loteos que benefician a los cercanos al poder, mientras el resto de la ciudad sufre cortes de agua, problemas ambientales y desinversión en infraestructura básica.
El problema no es solo la falta de planificación, sino la connivencia política entre el poder municipal y los actores que lucran con la informalidad. Avilés, al desarticular los controles ambientales y urbanísticos en el oeste, habilita el crecimiento desordenado y consolida un sistema clientelar que destruye el equilibrio urbano, las usurpaciones allí están fuera de control, éstas afectan tierras privadas y estatales con su absoluta complicidad política, de otra manera no se entiende la inacción.
La evidencia es contundente: habilitaciones en zonas rojas y amarillas de la LEY Nº 9814
ORDENAMIENTO TERRITORIAL DE BOSQUES NATIVOS DE LA PROVINCIA DE
CÓRDOBA , la ausencia de inversión en el sistema de agua, la disolución de Carlos Paz Gas sin reemplazo, y un sistema cloacal que cubre a menos del 50% de la población. Mientras tanto, el municipio avanza sin rumbo ni diagnóstico técnico.
Frente a este panorama, Ribetti propone repensar el modelo urbano de Villa Carlos Paz desde la planificación, y la sustentabilidad. “No se trata de construir más, sino de construir mejor”, afirmó. El desafío es recuperar la capacidad de planificar una ciudad integrada, con servicios adecuados a las necesidades, no se puede cerrar con llave la ciudad, es una fantasía romántica infantil, la ciudad va a seguir creciendo y hay que tomar el control con planificación. Todos esos complejos que hoy Aviles cuestiona tanto, se hicieron con su propio código de edificación. ¿Se equivocó?¿No tiene ninguna responsabilidad?
Porque lo que hoy está en juego no es una ordenanza más: es el futuro de la ciudad y la posibilidad de que Villa Carlos Paz vuelva a tener un modelo urbano pensado para la vida a mediano y largo plazo.
